Sendas de los Almendros de Castronuño
near Castronuño, Castilla y León (España)
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Trail photos
Itinerary description
Una ruta por las sendas de Ribazo, Negrillos y la de los Almendros, que abarcaría a todas juntas. Es cada vez más conocida y transitada y recorre la ribera del río Duero al pie de Castronuño hasta la presa fluvial que se encuentra a unos kilómetros río arriba.
La época recomendada para hacerla es en febrero, con los almendros en flor, aunque en cualquier época del año es agradable y fácil de recorrer.
Está en todo momento bien balizada y existen pasarelas para evitar zonas más agrestes o en las que el agua crecida pueda inundar.
Desde el parque infantil con merendero, en el cual se puede almorzar o comer en mesas y banquitos, al pie de La Casa del Parque, parte nuestra ruta. En vez de ir hacia el lado izquierdo, según se tiene al río delante, empezamos por el lado derecho, hacia las escuelas. Desde allí continuamos bajando hasta girar pronunciadamente a la izquierda y enlazar con la Senda de Ribazo, al lado del río Duero y entre árboles de ribera típicos. Un poco más adelante enlazamos con el mirador de la Muela sobre el río y con la Senda de los Negrillos.
A partir de este punto se baja una gran pendiente, pero está escalonada, hasta llegar a un observatorio de aves. La ruta está bien cuidada y hay pasarelas para facilitar el tránsito, poco después del mirador. Además existe un aparcamiento que da directamente a las pasarelas para aquellos que quieran empezar el paseo en este punto.
Se podría continuar hasta la presa, pero para hacer la Senda de los Almendros hay que cruzar la carretera que va paralela al sendero para pasar al otro lado, conde empieza esta parte de la ruta. Aquí nos encontramos con una zona con una fuerte pendiente que hace que sea una de las partes más divertidas de la jornada. Tras subirla se llega al mirador del Pinar, una excelente atalaya que domina los meandros cercanos del río Duero. Ladera abajo se indica que deben hallarse los restos de un castro.
En este punto almorzamos, alejándonos algo del paso frecuentado. Después iniciamos el regreso, pasando por unos almendros muy viejos y llegando al aparcamiento antes mencionado, después de volver a cruzar la carretera y regresar por el camino de ida.
Un paseo sin mayor dificultad que la subida y bajada del principio y fin, acondicionada por escaleras y la fuerte pendiente del medio de la Senda de los Almendros, aunque cualquiera podría superarla.
Un paseo muy bonito que, con los almendros en flor o con lluvia de otoño debe de ser expectuacular.
Ruta realizada en abril con niños de 3 y 5 años. Muy recomendable para hacer con niños, aunque sería aconsejable de evitar días de más afluencia de gente.
La época recomendada para hacerla es en febrero, con los almendros en flor, aunque en cualquier época del año es agradable y fácil de recorrer.
Está en todo momento bien balizada y existen pasarelas para evitar zonas más agrestes o en las que el agua crecida pueda inundar.
Desde el parque infantil con merendero, en el cual se puede almorzar o comer en mesas y banquitos, al pie de La Casa del Parque, parte nuestra ruta. En vez de ir hacia el lado izquierdo, según se tiene al río delante, empezamos por el lado derecho, hacia las escuelas. Desde allí continuamos bajando hasta girar pronunciadamente a la izquierda y enlazar con la Senda de Ribazo, al lado del río Duero y entre árboles de ribera típicos. Un poco más adelante enlazamos con el mirador de la Muela sobre el río y con la Senda de los Negrillos.
A partir de este punto se baja una gran pendiente, pero está escalonada, hasta llegar a un observatorio de aves. La ruta está bien cuidada y hay pasarelas para facilitar el tránsito, poco después del mirador. Además existe un aparcamiento que da directamente a las pasarelas para aquellos que quieran empezar el paseo en este punto.
Se podría continuar hasta la presa, pero para hacer la Senda de los Almendros hay que cruzar la carretera que va paralela al sendero para pasar al otro lado, conde empieza esta parte de la ruta. Aquí nos encontramos con una zona con una fuerte pendiente que hace que sea una de las partes más divertidas de la jornada. Tras subirla se llega al mirador del Pinar, una excelente atalaya que domina los meandros cercanos del río Duero. Ladera abajo se indica que deben hallarse los restos de un castro.
En este punto almorzamos, alejándonos algo del paso frecuentado. Después iniciamos el regreso, pasando por unos almendros muy viejos y llegando al aparcamiento antes mencionado, después de volver a cruzar la carretera y regresar por el camino de ida.
Un paseo sin mayor dificultad que la subida y bajada del principio y fin, acondicionada por escaleras y la fuerte pendiente del medio de la Senda de los Almendros, aunque cualquiera podría superarla.
Un paseo muy bonito que, con los almendros en flor o con lluvia de otoño debe de ser expectuacular.
Ruta realizada en abril con niños de 3 y 5 años. Muy recomendable para hacer con niños, aunque sería aconsejable de evitar días de más afluencia de gente.
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