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Sevilla monumental

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Trail stats

Distance
7.19 mi
Elevation gain
144 ft
Technical difficulty
Easy
Elevation loss
148 ft
Max elevation
88 ft
TrailRank 
55
Min elevation
-36 ft
Trail type
One Way
Moving time
one hour 53 minutes
Time
2 hours 34 minutes
Coordinates
1860
Uploaded
January 29, 2023
Recorded
January 2023
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near Triana Casco Antiguo, Andalucía (España)

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Itinerary description

Aprovechando la celebración de su media maratón, visitamos Sevilla, la Isbiliya musulmana. Se convirtió en una de las grandes ciudades del mundo tras conseguir el monopolio del comercio de las Indias en 1503, manteniéndolo más de 200 años, por lo que por fuerza un solo paseo monumental por esta ciudad se queda corto para abarcarla. En el de hoy, partiendo de Triana, he visitado algunos de sus templos, monumentos y calles más señalados del sur del casco histórico (sin llegar a la Plaza de España o a los Jardines de María Luisa, que dejo para otra ocasión). Por lo demás es un recorrido muy cómodo (no en balde los cartagineses la llamaron Hispalis, “Tierra Llana”).

Inicio el paseo junto a la Iglesia Parroquial de San Jacinto, templo de un convento dominico fundado en el siglo XVII (que las tropas napoleónicas usaron como establo); la iglesia es del siglo XVIII, con una esbelta portada barroca y una bella espadaña, acabado en ladrillo avitolado en colores almagra y ocre y un gran óculo en la fachada principal.

Sigo por la ancha calle de San Jacinto hacia el río, llegando a la plaza del Altozano, como quien dice la Plaza Mayor de Triana, en el lado oeste del Puente de Triana (o de Isabel II), el primer puente de hierro construido en España, en 1845.

Junto a la estatua del genial torero trianero Juan Belmonte (“El Fantasma de Triana”), una escalinata baja hasta la calle Betis, donde un azulejo nos señala la casa natal de la madre de los Machado, Ana Ruiz Hernández, en el número 11 de esta calle que cuando Ana nació se llamaba Acera del Río. A sus 84 años, acompañó al exilio a su hijo Antonio al pequeño pueblo costero de Colliure, donde murieron el poeta un 22 de febrero de 1939 y su madre tres días más tarde.

Sigo por la calle Pureza, paralela a la anterior, pasando junto a la Capilla de los Marineros, construida entre 1759 y 1815, que alberga la Esperanza de Triana, depositaria de una gran devoción en el barrio, y el Cristo de las Tres Caídas, un Nazareno del siglo XVI.

Calle adelante se encuentra la Real Parroquia de Santa Ana de Sevilla, popularmente conocida como la Catedral de Triana: es una iglesia parroquial de estilo gótico-mudéjar, cuya construcción se inició a finales del siglo XIII por orden del rey Alfonso X, según reza la inscripción de uno de sus muros, agradecido por su curación de una dolencia ocular, mediante la intervención milagrosa de Santa Ana. En este barrio, tras la conquista cristiana, se formó un pequeño núcleo de población alrededor del Castillo de San Jorge, fundándose esta iglesia, la primera extramuros y que debió estar fortificada (conservándose los remates almenados sobre las cubiertas de sus terrazas). Ya en el siglo XIV se levantó la torre mudéjar, reedificada en el XVI (tras sufrir un terremoto en el XIV) y añadiéndose un segundo cuerpo decorado con cerámica vidriada posteriormente (luego tras el terremoto de Lisboa se consolidaron los cuerpos superiores y el chapitel, quedando con su aspecto barroco actual). En el interior del templo destaca el retablo mayor en cuyo centro hay una hornacina con las imágenes de su titular, santa Ana, con la Virgen y el Niño (obra de la segunda mitad del siglo XIII).

Sigo callejeando por Triana, pasando junto al Monasterio de Nuestra Señora de la Consolación (o de las Monjas Mínimas de Triana), fundado durante el reinado de Felipe II, hasta llegar a la avenida de la Ronda de Triana y a su fin a la Capilla del Patrocinio: alberga al Cristo de la Expiración, talla de un Crucificado de finales del siglo XVII, popularmente conocido como el Cachorro: según una leyenda, probablemente apócrifa, se llama así porque el imaginero tomó como modelo el rostro de un gitano así apodado en el preciso momento de expirar tras una reyerta.

Por el cercano Puente del Cachorro cruzo el Guadalquivir “pasando a Sevilla”, entrando por Plaza de Armas. Sigo por calles estrechas hasta la Plaza del Museo, presidida por la estatua del gran pintor sevillano Bartolomé Esteban Murillo y con el bello edificio clasicista del Museo de Bellas Artes (siglo XVII), una gran pinacoteca que encierra obras del propio Murillo, Pacheco, Valdés Leal, Zurbarán o Sorolla, entre otros; primeramente fue un convento fundado por Fernando III, convirtiéndose en museo en 1835, tras la Desamortización, con obras de otros conventos desamortizados.

Salgo a la calle San Pablo, junto a la gran iglesia barroca de la Magdalena (iglesia del antiguo convento de San Pablo el Real, que fue el mayor convento dominico de Andalucía, donde Fray Bartolomé de las Casas fue nombrado obispo de Chiapas); guarda joyas como los retablos del siglo XVI de la Virgen del Amparo y de la Virgen de las Fiebres ( imagen que alcanzó notoriedad por su supuesta intervención en la curación de Pedro I en 1351), pinturas de Zurbarán y de Valdés Leal, esculturas de Juan de Mesa y Martínez Montañés… también se encuentra en este templo la pila bautismal donde fue bautizado Murillo.

Atravesando la Plaza de la Magdalena, sigo por O’Donnell y Olavide hasta la calle del Silencio, donde se encuentra la Iglesia de San Antonio Abad (siglo XVIII), formada por dos naves al unirse sendos edificios inicialmente de dos corporaciones distintas (la iglesia que
formaba parte de un antiguo hospital y la capilla de la Hermandad del Silencio).

Después salgo a la calle Alfonso XII, pasando por la populosa Plaza Duque de la Victoria antes de llegar a la famosa confitería La Campana, fundada en 1885 y donde en su escudo figura la leyenda “proveedor de la Real Casa”. Sigo por Laraña, donde hace esquina con la Plaza de la Encarnación la Iglesia de la Anunciación (siglo XVI), proyectada por Hernán Ruíz II, que alberga la Virgen del Valle (atribuida a Juan de Mesa) y esculturas de Montañés; en su cripta, en el Panteón de Sevillanos Ilustres, reposan Arias Montano y el poeta Gustavo Adolfo Bécquer.

En la Plaza de la Encarnación se encuentran las Setas, espectacular mirador inaugurado en 2011, con 250 metros de pasarelas (inicialmente se llamaba Metropol Parasol, pero muy pronto los sevillanos lo rebautizaron como Las Setas por la forma singular de esta estructura).

La calle Imagen conecta esta plaza con la de San Pedro, presidida por el templo homónimo, del siglo XIV (de estilo gótico-mudéjar), con su torre-campanario; aquí fue bautizado Velázquez. Cerca, en la Plaza de los Terceros, está la Iglesia de Santa Catalina, también del siglo XIV, mudéjar (su capilla Sacramental barroca), levantada sobre una mezquita de la que se conserva el mihrab (en la capilla de la Exaltación) y el alminar (en el entorno de estos dos templos y de las iglesias del Salvador y de San Ildefonso se situó la Morería tras la conquista de la ciudad por Fernando III).
Antes me desvío por las calles Mercedes de Velilla y Morería para ver el lugar donde nació el genio de la pintura Diego de Velázquez; desde aquí por la plaza Cristo de Burgos (presidida por el monumento en honor al Niño Ricardo, uno de los iniciadores del toque flamenco contemporáneo, maestro, entre otros, de Paco de Lucía) sigo hasta Santa Catalina y luego por la calle Santiago, pasando junto a la Iglesia de Santiago el Mayor (en restauración) y el antiguo convento de dominicas de Santa María de los Reyes (fundado a inicios del siglo XVII). Después, por la calle Juan de la Encina, llego a la calle Imperial, donde se levanta desde finales del siglo XIV el templo de San Esteban Protomártir, con artesonado mudéjar, un retablo mayor obra de Zurbarán y la talla de Nuestro Padre Jesús de la Salud y Buen Viaje (nombre que le dieron los viajeros que dejaban Sevilla por la desaparecida Puerta de Carmona).

Poco después llego a la Plaza de Pilatos, donde se encuentra uno de los edificios más emblemáticos de la arquitectura civil andaluza del siglo XVI: la Casa de Pilatos. Es de propiedad privada, de la Casa de Medinaceli. Aquí se combinan los estilos renacentista italiano y el mudéjar español, pues su construcción se inició en 1483 por iniciativa de Pedro Enríquez de Quiñones (IV Adelantado Mayor de Andalucía) y fue completada por su hijo Fadrique Enríquez y por su nieto. Fadrique, primer marqués de Tarifa, entre 1518 y 1520 realizó un viaje de peregrinación a Jerusalén, atravesando toda Italia y quedando profundamente impresionado del arte renacentista de sus ciudades; a su regreso combinó, en las ampliaciones que realizó del palacio, el estilo renacentista italiano con el mudéjar sevillano. Según la leyenda, el origen del nombre de Casa de Pilatos proviene de que es una copia del Pretorio de Pilatos en Jerusalén. De aquí parte un Vía Crucis que se comenzó a celebrar en la ciudad en la década de 1520 (se conservan los azulejos que representan cada una de las estaciones a lo largo del mismo), al principio en el interior de la capilla dentro de la propia casa y para 1529, debido al crecimiento del número de participantes en la estación de penitencia, se empezó junto a la puerta del edificio (como la primera estación), finalizando en el templete de la Cruz del Campo (esta tradición fue recuperada en 1971 por González Moreno, archivero de la Casa de Pilatos y conservador del Palacio, tras localizar la documentación que sobre este hecho existía en el archivo de Medinaceli de Madrid). El Vía Crucis de la Cruz del Campo durante el siglo XVI sería el germen de la Semana Santa en Sevilla y, según la tradición, tiene la misma distancia que el que recorrido por Cristo desde el Pretorio de Jerusalén hasta el Gólgota.

Luego, en la calle Águilas, paso junto al Convento de Santa María de Jesús, de la orden de las clarisas, y por Rodríguez Marín junto al templo neoclásico de San Ildefonso, desembocando frente al Convento de San Leandro (con el retablo de los Santos Juanes de Martínez Montañés). Sigo callejeando hasta llegar a la bella Plaza del Salvador, donde se encuentra la
iglesia barroca (aunque su fachada principal, que da a la plaza, es de influencia manierista) del Salvador, la segunda más grande después de la Catedral. Fue de hecho levantada sobre la mezquita de Ibn Adabbás (del siglo IX), que era la más grande de la ciudad hasta que en el 1182 los almohades construyeron la mezquita mayor. Tras la conquista de Sevilla en 1248, Fernando III cristianizó la mezquita con la advocación del Divino Salvador del Mundo (la base del campanario se corresponde con el antiguo alminar; también quedan restos del patio de abluciones). Su
interior es un gran salón rectangular con pilares (con columnas endosadas) que sostienen bóvedas a gran altura, siendo la única iglesia de la región de estas características. En el siglo XIX pasó de ser una colegiata a ser una parroquia, pero manteniendo el nombre de colegial (Iglesia Colegial del Divino Salvador). Alberga el Crucificado del Amor o el Nazareno de Pasión, de Martínez Montañés (cuya estatua preside la plaza, en la que también se encuentra la Iglesia de la Virgen de la Paz, con una bella portada que pasa algo desapercibida ante la monumentalidad del Salvador).

Sigo por Álvarez Quintero y por Entre Cárceles: donde estaba el solar de la cárcel de Sevilla en la que estuvo preso, hoy tiene Cervantes un monumento. Luego, en la Plaza de San Francisco, se encuentra una de las joyas del Plateresco español, el Ayuntamiento, del siglo XVI (con ampliaciones importantes en el XIX); destacan en su interior la gran escalera, la sala capitular y la de Colón, así como su colección de pintura (con obras de Zurbarán y Valdés Leal). Al otro lado del edificio se abre la Plaza Nueva, con la estatua ecuestre de San Fernando.

Por la calle de Hernando Colón llego ante la Puerta del Perdón, entrada principal de la mezquita mayor almohade (inmenso rectángulo de 150 por 100 metros con 17 naves y 13 puertas que daban al Patio de los Naranjos, antiguos sahn-patio de abluciones); conserva las hojas chapadas con placas de bronce y unas réplicas exactas de los aldabones originales (conservados en el Tesoro Catedralicio), destacando los versículos coránicos labrados y sus esculturas renacentistas. La techumbre de la nave del Lagarto (así llamada por un cocodrilo-un exvoto- que allí cuelga) conserva la única cúpula de mocárabes que queda de la mezquita. Su alminar, con basamento de sillería que conserva inscripciones romanas, hijo del de Kutubiyya de Marraquech y del de Hassan de Rabat, lo remataban unas manzanas doradas que conmemoraban la victoria almohade en Alarcos sobre Alfonso VIII, derribadas por el terremoto de 1365. En 1558 el cabildo catedralicio encargó a Hernán Ruíz II construir el cuerpo de campanas y el remate de la torre, donde se colocó una escultura de bronce de 4 metros de altura (7.52 con el pedestal, un total de 93 metros para el conjunto de la torre) representando la Fe, que al ser la veleta y girar con el viento recibió el nombre de “Giralda” (con el tiempo se llamó así a toda la torre y “Giraldillo” a la veleta). Desde 1987 está declarada Patrimonio de la Humanidad. La “Giganta de Sevilla”, como la llamó Cervantes, “prisma puro de Sevilla” en palabras de Gerardo Diego.

Me dirijo hacia la Plaza Virgen de los Reyes, rodeando la Catedral y apreciando sus colosales dimensiones; en 1401 se inició su construcción sobre la deteriorada mezquita almohade tras el terremoto del siglo anterior y se asegura que un miembro del Cabildo dijo: “Hagamos una obra tal y tan grande que las generaciones venideras nos tomaren por locos”. Y resultó en el templo más grande de la Cristiandad hasta esa fecha (sólo superado después por el de San Pedro en el Vaticano y el de San Pablo en Londres), con veintiséis salas laterales y nueve puertas de acceso. Se inició en estilo gótico, llegando al renacentista con la Capilla Real (presidida por la imagen articulada de la Virgen de los Reyes, patrona de Sevilla, y donde están la urna funeraria de Fernando III y las tumbas de Alfonso X y su esposa, Beatriz de Suabia) y la Sala Capitular, joya renacentista creada por Hernán Ruíz el Joven, la primera con traza elíptica en España, decorada con las pinturas que a Murillo encargó el Cabildo para esta sala. También renacentista, la Sacristía Mayor, con una original cúpula, guarda el Tesoro Catedralicio, con joyas como las Tablas Alfonsíes (regalo del monarca) y especialmente la Custodia, de Juan de Arfe (“la mayor y mejor pieza de plata que de este género se sabe”), que precisó más de 450 kilos de plata traída de América. La Iglesia Parroquial del Sagrario, en el lado oeste del Patio de los Naranjos, ya es barroca.
Entre las muchas obras de arte que guarda la Catedral, destacan el colosal retablo mayor (presidido por la Virgen de la Sede), el más grande del orbe cristiano, y el Cristo de la Clemencia (o de los Cálices), de Martínez Montañés, considerado la mejor talla de un crucificado de la imaginería española. También son muy destacables las vidrieras de finales del siglo XV de Enrique Alemán.

En la vecina Plaza del Triunfo se encuentra el Archivo de Indias, que fue la antigua Lonja en el siglo XVI; lo creó Carlos III para guardar la memoria histórica de América y Filipinas (casi 40 000 legajos y cerca de 3400 mapas y planos y la mayor parte del archivo personal de Colón).

El Convento de la Encarnación también da a esta plaza, entre el edificio clasicista del Archivo y los Reales Alcázares, otro de los monumentos señeros de Sevilla. Fue residencia del gobernador califal y luego alcázar almohade (levantándose la mezquita mayor al lado para que el califa pudiese acceder a ella por un pasadizo sin salir a la calle), de la que quedan las murallas, la Puerta del León o la arquería del Patio del Yeso. Alfonso X construyó un palacio gótico, el Cuarto del Caracol (quedan restos en los Baños de María de Padilla y en los Salones de Carlos V), llamado así por las cuatro escaleras de caracol situadas en cada esquina y en cuyo scriptorium se redactaron gran parte del Tratado de Ajedrez y las Cantigas de Santa María. Pero el conjunto principal actual fue obra de Pedro I, en el siglo XIV, contando con varias estancias donde se combinan la piedra e influencias nazaríes: el Patio del León, de las Doncellas (centro de la vida oficial) o de las Muñecas (donde se desarrollaba la vida íntima), así llamado por las cabecitas de sus capiteles, cuyas columnas proceden de Madinat al-Zahra; el Salón de Embajadores (antes de la Media Naranja), el del Techo de Carlos V (con extraordinario artesonado) y el de los Almirantes (donde se conserva el retablo de la Virgen de los Marineros, en el que la figura a la derecha de los pies de la Virgen representa, según la tradición, a Colón). Posee además unos bellos jardines (destacando el pabellón de Carlos V, mudéjar y renacentista).

Junto a los Alcázares, rodeado por sus murallas y considerado también parte de los mismos, se encuentra el Patio de Banderas, plaza arbolada con naranjos (plantados a mediados del XIX), que debe su nombre a un haz de banderas que estaban pintadas sobre la puerta de la muralla que da acceso al patio desde la plaza del Triunfo (hasta el siglo XVIII aparecía rotulada como Plaza Grande en los planos). En el interior del arco de entrada hay un retablo del último tercio del XVII que en el centro alberga a la Virgen de la Inmaculada Concepción flanqueada por San Joaquín y Santa Ana, a los los lados del retablo San Pedro y San Fernando y en la parte superior San José con el Niño Jesús en brazos. En su subsuelo se encontraron restos arqueológicos de una basílica paleocristiana. El piso es de albero y siempre tuvo suelo terrizo para el paso de caballos; desde aquí se accede al Apeadero del Alcázar, realizado por Felipe III, que situó aquí la Real Armería y donde tuvo su taller de pintura un tío de Gustavo Adolfo Bécquer (y la casa en la plaza).

Desde el patio se accede por un pasaje al barrio de Santa Cruz, la antigua Judería, situada junto al Alcázar para gozar de su protección frente a los pogromos. Lo forman estrechas calles, muy atractivas, como la de la Pimienta o el Callejón del Agua (pegado a la muralla del Alcázar, que se abastecía por el acueducto de los Caños de Carmona que discurría por esta callejuela) y plazas como la de Santa Cruz, presidida por la Cruz de la Cerrajería, obra maestra de la forja sevillana.

Dejo este emblemático barrio continuando por los Jardines de Murillo, que lo unen, con sus 8 500 metros cuadrados, con la Ronda Histórica (camino que bordeaba la antigua ciudad amurallada) y creados a partir del derribo de las murallas y realización del ensanche para ampliar la ciudad. Terminan en la calle San Fernando, frente a la Real Fábrica de Tabacos, hoy sede de la Universidad y en su día el edificio de uso público español más grande. Construido en el siglo XVIII, fue un edificio revolucionario en su época con 348 celdas por piso, con un complejo sistema de ventilación para crear unas condiciones adecuadas de humedad (y con canalizaciones subterráneas del río Tagarete, desviado ex profeso) pensando en su función original. Las cigarreras que aquí trabajaban inspiraron a Merimée el personaje de Carmen; en su exterior están las estatuas de Colón (por ser el descubridor de las tierras de donde procedía el tabaco) y de Hernán Cortés, considerado el primer fumador europeo.

Luego paso entre este edificio y el hotel Alfonso XIII, ejemplo de arquitectura historicista (en estilo regionalista andaluz y neomudéjar), puesto que fue edificado como hotel para la Exposición Iberoamericana de 1929. Alfonso XIII siguió el curso de las obras con gran interés (incluso haciendo algunas indicaciones para las mismas) y lo inauguró con un suntuoso banquete en abril de 1929, coincidiendo con el final de la Feria de Abril, por lo que el acto se decoró con guirnaldas y farolillos. En este hotel de lujo se han alojado miembros de la realeza, importantes personalidades de la política o de la cultura como Evita Perón, Gorbachov, Hemingway…y celebridades del cine o de la canción.
A continuación se encuentra el Palacio de San Telmo, del siglo XVIl (antigua sede de la Universidad de Mareantes y hoy de la Presidencia de la Junta de Andalucía), desembocando en el Paseo de las Delicias, por el que llego al final de este paseo frente a la Torre del Oro, otro de los símbolos de Sevilla y sede del Museo Marítimo. La levantaron los almohades como parte del sistema defensivo del Alcázar (como la Torre de la Plata y otra gemela a la del Oro que guardaba el otro extremo del río); Fernando III destruyó el puente de barcas que defendía y se dice que recibió en ella las llaves de la ciudad. Su nombre le viene de los azulejos dorados que la recubrían, lo que inspiró a Gerardo Diego para llamarla “azulejo a la orilla del río moro”.

Waypoints

PictographWaypoint Altitude 42 ft
Photo ofPlaza del Altozano

Plaza del Altozano

Monumento “Triana al Arte Flamenco” (estatua de bronce que es una alegoría del Flamenco simbolizado por una mujer con un pie sobre un yunque y portando una guitarra española). Mercado de Triana y Capillita del Carmen

PictographMonument Altitude 35 ft
Photo ofEstatua a Belmonte

Estatua a Belmonte

PictographWaypoint Altitude 41 ft
Photo ofCasa natal de la madre de los Machado

Casa natal de la madre de los Machado

Photo ofCapilla de los Marineros

Capilla de los Marineros

Photo ofReal Parroquia de Santa Ana

Real Parroquia de Santa Ana

De las tres portadas, la lateral -de piedra- que corresponde a la nave del evangelio es la que mejor conserva su aspecto original, con un arco abocinado de forma ojival, con siete pares de columnillas rematadas con capiteles decorados con elementos vegetales y sus correspondientes arquivoltas; la exterior acaba en una línea de puntas de diamantes y un baquetón en zig-zag; se enmarca bajo un gablete apuntado sobre el que aparece el escudo de Castilla. Torre, algo desplazada del cuerpo de la Iglesia, de estilo mudéjar con arcos polilobulados enmarcados en alfices; cuerpos superiores y chapitel revestidos con cerámica vidriada en colores blanco y azul. Planta rectangular sin crucero, con tres naves, la central más alta y ancha que las laterales, con techo de forma ojival o de lanceta y con nervaduras que sostienen las bóvedas; las columnas que sostienen los techos tienen en su parte superior ménsulas decoradas con cabezas humanas, leones, castillos y hojas de vid. Toda la construcción se realizó en ladrillo, quedando la piedra para las nervaduras, los arcos, las ménsulas y la portada

Photo ofCapilla del Patrocinio/Basílica del Cristo de la Expiración (El Cachorro)

Capilla del Patrocinio/Basílica del Cristo de la Expiración (El Cachorro)

PictographBridge Altitude -9 ft
Photo ofEl Guadalquivir desde el Puente del Cristo de la Expiración

El Guadalquivir desde el Puente del Cristo de la Expiración

PictographMonument Altitude 45 ft
Photo ofMurillo

Murillo

PictographMuseum Altitude 46 ft
Photo ofMuseo de Bellas Artes

Museo de Bellas Artes

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Iglesia de la Magdalena

Photo ofIglesia de San Antonio Abad

Iglesia de San Antonio Abad

PictographWaypoint Altitude 73 ft
Photo ofCalle Alfonso XII

Calle Alfonso XII

PictographMonument Altitude 54 ft
Photo ofVelázquez

Velázquez

PictographWaypoint Altitude 62 ft
Photo ofLa Campana

La Campana

Photo ofIglesia de la Anunciación

Iglesia de la Anunciación

PictographWaypoint Altitude 59 ft
Photo ofLas Setas

Las Setas

Photo ofIglesia de San Pedro

Iglesia de San Pedro

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Iglesia del Buen Suceso

PictographWaypoint Altitude 73 ft
Photo ofCasa natal de Velázquez

Casa natal de Velázquez

PictographMonument Altitude 72 ft
Photo ofNiño Ricardo

Niño Ricardo

Photo ofIglesia de Santa Catalina

Iglesia de Santa Catalina

Photo ofConvento de Santa María de los Reyes

Convento de Santa María de los Reyes

Photo ofIglesia de San Esteban

Iglesia de San Esteban

PictographMonument Altitude 56 ft
Photo ofCasa de Pilatos

Casa de Pilatos

Photo ofConvento de Santa María de Jesús (siglo XVI)

Convento de Santa María de Jesús (siglo XVI)

Photo ofIglesia de San Ildefonso

Iglesia de San Ildefonso

Photo ofConvento de San Leandro

Convento de San Leandro

Photo ofIglesia Colegial del Divino Salvador

Iglesia Colegial del Divino Salvador

PictographMonument Altitude 55 ft
Photo ofMartínez Montañés

Martínez Montañés

PictographMonument Altitude 60 ft
Photo ofAyuntamiento

Ayuntamiento

PictographMonument Altitude 40 ft
Photo ofAyuntamiento

Ayuntamiento

PictographMonument Altitude 45 ft
Photo ofEstatua de San Fernando

Estatua de San Fernando

PictographMonument Altitude 64 ft
Photo ofAyuntamiento

Ayuntamiento

Photo ofPuerta del Perdón

Puerta del Perdón

PictographMonument Altitude 73 ft
Photo ofPalacio Arzobispal (siglo XVI) y Fuente de la Farola

Palacio Arzobispal (siglo XVI) y Fuente de la Farola

PictographMonument Altitude 66 ft
Photo ofArchivo de Indias

Archivo de Indias

PictographMonument Altitude 60 ft
Photo ofReales Alcázares

Reales Alcázares

PictographWaypoint Altitude 63 ft
Photo ofPatio de Banderas

Patio de Banderas

PictographWaypoint Altitude 60 ft
Photo ofPasaje

Pasaje

PictographWaypoint Altitude 53 ft
Photo ofJudería

Judería

PictographWaypoint Altitude 49 ft
Photo ofCallejón del Agua

Callejón del Agua

PictographWaypoint Altitude 46 ft
Photo ofCalle de la Pimienta

Calle de la Pimienta

PictographWaypoint Altitude 55 ft
Photo ofPlaza de Santa Cruz

Plaza de Santa Cruz

PictographPark Altitude 43 ft
Photo ofJardines de Murillo

Jardines de Murillo

PictographMonument Altitude 52 ft
Photo ofReal Fábrica de Tabacos

Real Fábrica de Tabacos

PictographMonument Altitude 56 ft
Photo ofPalacio de San Telmo

Palacio de San Telmo

PictographMonument Altitude 34 ft
Photo ofTorre del Oro

Torre del Oro

Machón interior de seis lados, unido al exterior por un sistema de bóvedas, que sobresale formando el segundo cuerpo; el tercero es un añadido del siglo XVIII

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