Sierra de San Pablo y castillo de Cote

Ascendemos la sierra de San Pablo, partiendo desde el pueblo que se asienta en su falda occidental, Montellano, del que salimos por la calle Tetuan para seguir un sendero coincidente a veces con un carril que nos llevará hasta un amplia zona de merenderos y barbacoas de piedra. De todo el recorrido, fue el único lugar del precioso bosque de pinos del que tuvimos que lamentar la falta de limpieza.
Tras éste cogemos una variante a la derecha para alcanzar el mirador donde finaliza el recorrido de la sierra.
A partir de aquí, nos toca seguir trazas llenas de barro dejadas por los rebaños de cabras que por estas laderas se mueven. Así, entre un bosque bajo que hay que ir abriendo, nos ponemos en la entrada de la subida al cerro del castillo de Cote.
Aquí se puede llegar también en coche desde el pueblo, rodeando la sierra por el norte hasta llegar a la cantera donde se comienza a subir. Pero no era eso a lo que veníamos.
La subida se hace rodeando la peña con una buena pendiente, a veces salvada con escalones y el castillo en sí merece la pena, aún siendo poco más que un torreón, aunque sólo sea por las vistas.
Otro valor añadido, para los interesados en la historia, es que se ven cantidad de restos de cerámica, probablemente antigua, por los alrededores.
La vuelta nos parece mejor opción bajar hacia el carril que rodea la sierra por el sur para, tras dejar atras una pequeña casa a los pies, aún, del cerro del castillo, llegar hasta una vaguada donde se puede ascender a través de un campo de cultivo, de nuevo al mirador. Desde éste descendemos al pueblo por el carril que va junto al arroyo Tesorillo, más directo.