Siguiendo a Urki en el Campeonato de Euskadi de Segalaris
near Goiballara, País Vasco (España)
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Cambiando de tercio, con el otro Carlos, esta vez de espectador “no activo” (pagando religiosamente la entrada), aprovechamos la espléndida mañana del domingo, para acercarnos a ver el Campeonato de Euskadi de Segalaris en la campa del caserío Hau Sarobe, en el barrio de Andazarrate de Asteasu.
La razón de mi presencia hoy por estos lares, se debe a que allá por los 80, en nuestra época de korrikalaris, solía preparar los maratones de Donosti y del Bidasoa junto a los amigos Antton “Etxetxo” y Javier, en duros y largos entrenamientos, que incluían series en la pista de Anoeta y fartlek en invierno por las sendas del monte Ulia.
Etxetxo está entrenando este año a Urki y hoy precisamente junto a Javier, venían de ayudantes del segalari de Orendain Jexux Mari Ormaetxea, en labores de afilado de guadañas y guía/botillero, respectivamente.
Hace unos 35 años, casi anteayer, conseguimos bajar por primera vez de las tres horas en el ya extinto maratón del Bidasoa, que se celebraba entre las poblaciones de Irún y Hondarribia (2 vueltas).
Enseguida Antton, con muy buen criterio, dejó de correr maratones para dedicarse específicamente a la sega, eso si con preparación física basada en los fundamentos del atletismo.
Así, el duro de “Etxetxo” empezó a hacer series segando, unas filas/hileras cortas y otras de media y larga duración.
Y como no teníamos pulsómetro, al acabar cada serie, el que suscribe le contaba las pulsaciones directamente con la mano sobre el corazón, y cuando había recuperado, volvía a la siguiente serie y así sucesivamente, tal y como lo veníamos haciendo en atletismo.
Vaya, que Etxetxo era un adelantado para la época en este deporte rural.
Así consiguió dos txapelas de campeón de Gipuzkoa y una de Euskadi en 1996.
A su favor debo decir que Antton era muy fino segando, con una técnica muy depurada, que me recordaba al gran Irazusta, al que era una gozada verle cortar hierba (como a Federer jugar a tenis).
Todavía recuerdo la txapela de Antton como campeón de Euskadi en una campa navarra de la cuenca del Bidasoa, en la que el rocoso Javier ya formaba parte para entonces del equipo de recogedores de hierba de Etxetxo, así como la celebración posterior con su equipo en un restaurante del entorno.
Destacar que ese verano que se hizo con la txapela, Antton cumplía 47 años. Todo un campeón, con mucho carácter y bastante mala “ostia", que además un poco hay que tenerla, para conseguir ese premio en un deporte tan duro como es el de la sega.
Qué tiempos aquellos Antton, cuando tú de jardinero de Caja Laboral en Mondragón, después de acabar tu larga jornada laboral en la extensa ladera de Olandixo, aún te quedaban fuerzas para segar las campas de los caseríos de Mondragón y alrededores.
Y así al atardecer te solía acompañar cuando ibas a cortarles la hierba, entrenando diferentes series, bajo el control de las pulsaciones que yo te iba tomando.
Al finalizar y tras la correspondiente ducha, el dueño del caserío nos invitaba a una afari-merienda, como recompensa a tu trabajo, y todos tan contentos, pero con una gran diferencia, que tú a la mañana siguiente, seguías sudando en tus dominios de Olandixo, y yo no rompía a sudar, ni en mi laboratorio ni en las cooperativas que tenía que visitar, jeje.
O cuando en invierno sin hierba, te ibas de noche (para que no te vieran tus competidores) a entrenar con tus guadañas en la arena de la playa de Ondarreta, y dejabas atónitos a los pocos paseantes que te veían segando en la arena.
QUÉ TIEMPOS AQUELLOS!!!
Volviendo a Urki, esta vez ha sido ultimo, cuando el mes pasado con los mismos contrincantes, se proclamó campeón de Gipuzkoa.
El de la sega es un deporte rural en cuyo resultado final intervienen diversos factores, como por ejemplo el del reparto por sorteo de las parcelas de hierba, ya que evidentemente no todas son iguales, y por tanto juega también el azar.
Si que me gustaría señalar algo que ha ocurrido en esta campa, que pienso que en pleno siglo XXI no se debería permitir y habría que denunciar donde y según proceda.
A diferencia del campeonato de Gipuzkoa del mes pasado, en el que hubo control antidopaje por parte de las Federaciones Guipuzcoana y Vasca, esta vez en el de Euskadi, el control correspondía al Gobierno Vasco y a la Agencia Vasca Antidopaje, pero sorprendentemente los segalaris no han tenido que pasar ningún control.
ALGO INCONCEBIBLE EN LOS TIEMPOS ACTUALES!!!
Aunque en esta ocasión no ha podido ser, animar a Urki y a todo su equipo que ha desarrollado un gran trabajo; así es el deporte, no siempre se gana pero siempre se aprende, hasta de las mayores derrotas.
En este sentido, recordar una vez más al gran Federer y a Nadal, que cuando todos les daban por tenistas acabados, han resurgido, y entre los dos han ganado los tres “Gran Slam” que se han celebrado este año.
Y que Urki no se olvide que tiene tres txapelas de campeón, conseguidas en 2003, 2010 y 2012 y recientemente la de Gipuzkoa, y que su entrenador actual Antton, fue campeón de Euskadi con 47 años. Así que ánimo Urki que aún te quedan unos cuantos años y txapelas.
Tras rápida recuperación de Urki y de todo su equipo, pues hay que ver el gran trabajo que desarrolla cada uno de sus componentes (segalari, botillero/guia, afilador y recogedores), nos invitaron a los dos Carlos a la comida que tenían en una sociedad del barrio tolosarra de Txarama, por lo que les estamos sumamente agradecidos.
Para finalizar, decir que durante la comida, que fue exquisita, reinó un ambiente muy agradable, “jatorra”, y hasta alegre, que les hizo olvidar rápidamente las penas. La experiencia es un grado.
Nos trataron de maravilla y lo pasamos tan bien, que hasta se nos pasó la hora de un “concierto de órgano” que a las 8 de la tarde se celebraba en la basílica azpeitiarra de Loiola y que teníamos pensado ir.
Así que de verdad MUCHÍSIMAS GRACIAS A TODOS !!!
En la campa pude saludar a Juan Carlos, que trabaja de reportero gráfico para diferentes medios de comunicación, colega y amigo korrikalari, con el que solía coincidir corriendo por la ciudad a primeras horas de la mañana (cuando aún estaban poniendo las calles).
Así llegábamos a nuestros respectivos trabajos bien despiertos y con los deberes hechos y ya no estabamos pendiente de los entrenos de la tarde.
Esto de madrugar para correr, era entonces algo muy poco habitual. Hasta para mis colegas del Donostiarrak era un tanto extraño y difícil de asimilar. En cambio ahora y desde hace muchísimos años, hay un buen grupo de ellos que salen a correr antes de las 6 de la mañana.
Para finalizar, decir que ir a una campa a ver un Campeonato de Segalaris, desde mi punto de vista, es una opción muy recomendable para ir con la familia (yo solía ir entonces con mi mujer y mis dos hijos pequeños) y pasabamos un par de horas magníficas, oliendo a hierba, en unos parajes con unas vistas increíbles de los valles y montes de los alrededores (ver fotos), en donde de paso los chavales veían vacas, caballos, gallinas...
Y luego el plan completo era ir a comer a alguno de esos maravillosos merenderos, próximo al lugar donde se había celebrado la sega.
Y para los “no duchos” en materia de sega, ahí van unas pequeñas notas.
-Se trata de cortar el mayor número de kilos de hierba, utilizando guadañas, en un herbazal de una superficie determinada, durante un tiempo previamente establecido (hoy 60’).
-El herbazal se divide en parcelas y se señalan las parcelas que deben agruparse para formar los lotes.
Se trata de conseguir que los lotes sean similares en su conjunto, tanto en la orografía del terreno como en las características de la hierba existente.
-Los segalaris durante la competición de 60 minutos pueden utilizar tres guadañas
-Media hora antes del comienzo de la prueba, se procede al sorteo de los lotes.
-El orden en que deben ser cortadas las parcelas es señalado por los Jueces antes de efectuar el sorteo.
Si un segalari está cortando mal la hierba, se le da un primer aviso diciéndole que está cortando mal. Si continua cortando mal, se le sacará una tarjeta azul y si continúa cortando mal una tarjeta roja. Al sacarle la tarjeta roja se le descontarán 20 kilos.
-Para recoger y pesar la hierba, cada segalari lleva al terreno de la competición un equipo de seis personas. Estos llevarán: 3 rastrillos, la portería, la báscula y las redes.
-Los recogedores de hierba comienzan a efectuar su trabajo a los diez minutos del momento que empieza la prueba. Y su labor concluye a los diez minutos después de haber terminado la prueba o antes si se hubiese recogido toda la hierba y estuviesen hechos los fardos.
-La labor del pesaje de la hierba comienza a los diez minutos de haber comenzado la prueba. Y su labor acaba a los veinte minutos de haber terminado la prueba.
-El control del pesaje de la hierba se efectúa de la siguiente forma:
a) El Juez es el encargado de realizar el pesaje.
b) Acompaña al Juez como ojeador el miembro del otro equipo que le haya correspondido.
La razón de mi presencia hoy por estos lares, se debe a que allá por los 80, en nuestra época de korrikalaris, solía preparar los maratones de Donosti y del Bidasoa junto a los amigos Antton “Etxetxo” y Javier, en duros y largos entrenamientos, que incluían series en la pista de Anoeta y fartlek en invierno por las sendas del monte Ulia.
Etxetxo está entrenando este año a Urki y hoy precisamente junto a Javier, venían de ayudantes del segalari de Orendain Jexux Mari Ormaetxea, en labores de afilado de guadañas y guía/botillero, respectivamente.
Hace unos 35 años, casi anteayer, conseguimos bajar por primera vez de las tres horas en el ya extinto maratón del Bidasoa, que se celebraba entre las poblaciones de Irún y Hondarribia (2 vueltas).
Enseguida Antton, con muy buen criterio, dejó de correr maratones para dedicarse específicamente a la sega, eso si con preparación física basada en los fundamentos del atletismo.
Así, el duro de “Etxetxo” empezó a hacer series segando, unas filas/hileras cortas y otras de media y larga duración.
Y como no teníamos pulsómetro, al acabar cada serie, el que suscribe le contaba las pulsaciones directamente con la mano sobre el corazón, y cuando había recuperado, volvía a la siguiente serie y así sucesivamente, tal y como lo veníamos haciendo en atletismo.
Vaya, que Etxetxo era un adelantado para la época en este deporte rural.
Así consiguió dos txapelas de campeón de Gipuzkoa y una de Euskadi en 1996.
A su favor debo decir que Antton era muy fino segando, con una técnica muy depurada, que me recordaba al gran Irazusta, al que era una gozada verle cortar hierba (como a Federer jugar a tenis).
Todavía recuerdo la txapela de Antton como campeón de Euskadi en una campa navarra de la cuenca del Bidasoa, en la que el rocoso Javier ya formaba parte para entonces del equipo de recogedores de hierba de Etxetxo, así como la celebración posterior con su equipo en un restaurante del entorno.
Destacar que ese verano que se hizo con la txapela, Antton cumplía 47 años. Todo un campeón, con mucho carácter y bastante mala “ostia", que además un poco hay que tenerla, para conseguir ese premio en un deporte tan duro como es el de la sega.
Qué tiempos aquellos Antton, cuando tú de jardinero de Caja Laboral en Mondragón, después de acabar tu larga jornada laboral en la extensa ladera de Olandixo, aún te quedaban fuerzas para segar las campas de los caseríos de Mondragón y alrededores.
Y así al atardecer te solía acompañar cuando ibas a cortarles la hierba, entrenando diferentes series, bajo el control de las pulsaciones que yo te iba tomando.
Al finalizar y tras la correspondiente ducha, el dueño del caserío nos invitaba a una afari-merienda, como recompensa a tu trabajo, y todos tan contentos, pero con una gran diferencia, que tú a la mañana siguiente, seguías sudando en tus dominios de Olandixo, y yo no rompía a sudar, ni en mi laboratorio ni en las cooperativas que tenía que visitar, jeje.
O cuando en invierno sin hierba, te ibas de noche (para que no te vieran tus competidores) a entrenar con tus guadañas en la arena de la playa de Ondarreta, y dejabas atónitos a los pocos paseantes que te veían segando en la arena.
QUÉ TIEMPOS AQUELLOS!!!
Volviendo a Urki, esta vez ha sido ultimo, cuando el mes pasado con los mismos contrincantes, se proclamó campeón de Gipuzkoa.
El de la sega es un deporte rural en cuyo resultado final intervienen diversos factores, como por ejemplo el del reparto por sorteo de las parcelas de hierba, ya que evidentemente no todas son iguales, y por tanto juega también el azar.
Si que me gustaría señalar algo que ha ocurrido en esta campa, que pienso que en pleno siglo XXI no se debería permitir y habría que denunciar donde y según proceda.
A diferencia del campeonato de Gipuzkoa del mes pasado, en el que hubo control antidopaje por parte de las Federaciones Guipuzcoana y Vasca, esta vez en el de Euskadi, el control correspondía al Gobierno Vasco y a la Agencia Vasca Antidopaje, pero sorprendentemente los segalaris no han tenido que pasar ningún control.
ALGO INCONCEBIBLE EN LOS TIEMPOS ACTUALES!!!
Aunque en esta ocasión no ha podido ser, animar a Urki y a todo su equipo que ha desarrollado un gran trabajo; así es el deporte, no siempre se gana pero siempre se aprende, hasta de las mayores derrotas.
En este sentido, recordar una vez más al gran Federer y a Nadal, que cuando todos les daban por tenistas acabados, han resurgido, y entre los dos han ganado los tres “Gran Slam” que se han celebrado este año.
Y que Urki no se olvide que tiene tres txapelas de campeón, conseguidas en 2003, 2010 y 2012 y recientemente la de Gipuzkoa, y que su entrenador actual Antton, fue campeón de Euskadi con 47 años. Así que ánimo Urki que aún te quedan unos cuantos años y txapelas.
Tras rápida recuperación de Urki y de todo su equipo, pues hay que ver el gran trabajo que desarrolla cada uno de sus componentes (segalari, botillero/guia, afilador y recogedores), nos invitaron a los dos Carlos a la comida que tenían en una sociedad del barrio tolosarra de Txarama, por lo que les estamos sumamente agradecidos.
Para finalizar, decir que durante la comida, que fue exquisita, reinó un ambiente muy agradable, “jatorra”, y hasta alegre, que les hizo olvidar rápidamente las penas. La experiencia es un grado.
Nos trataron de maravilla y lo pasamos tan bien, que hasta se nos pasó la hora de un “concierto de órgano” que a las 8 de la tarde se celebraba en la basílica azpeitiarra de Loiola y que teníamos pensado ir.
Así que de verdad MUCHÍSIMAS GRACIAS A TODOS !!!
En la campa pude saludar a Juan Carlos, que trabaja de reportero gráfico para diferentes medios de comunicación, colega y amigo korrikalari, con el que solía coincidir corriendo por la ciudad a primeras horas de la mañana (cuando aún estaban poniendo las calles).
Así llegábamos a nuestros respectivos trabajos bien despiertos y con los deberes hechos y ya no estabamos pendiente de los entrenos de la tarde.
Esto de madrugar para correr, era entonces algo muy poco habitual. Hasta para mis colegas del Donostiarrak era un tanto extraño y difícil de asimilar. En cambio ahora y desde hace muchísimos años, hay un buen grupo de ellos que salen a correr antes de las 6 de la mañana.
Para finalizar, decir que ir a una campa a ver un Campeonato de Segalaris, desde mi punto de vista, es una opción muy recomendable para ir con la familia (yo solía ir entonces con mi mujer y mis dos hijos pequeños) y pasabamos un par de horas magníficas, oliendo a hierba, en unos parajes con unas vistas increíbles de los valles y montes de los alrededores (ver fotos), en donde de paso los chavales veían vacas, caballos, gallinas...
Y luego el plan completo era ir a comer a alguno de esos maravillosos merenderos, próximo al lugar donde se había celebrado la sega.
Y para los “no duchos” en materia de sega, ahí van unas pequeñas notas.
-Se trata de cortar el mayor número de kilos de hierba, utilizando guadañas, en un herbazal de una superficie determinada, durante un tiempo previamente establecido (hoy 60’).
-El herbazal se divide en parcelas y se señalan las parcelas que deben agruparse para formar los lotes.
Se trata de conseguir que los lotes sean similares en su conjunto, tanto en la orografía del terreno como en las características de la hierba existente.
-Los segalaris durante la competición de 60 minutos pueden utilizar tres guadañas
-Media hora antes del comienzo de la prueba, se procede al sorteo de los lotes.
-El orden en que deben ser cortadas las parcelas es señalado por los Jueces antes de efectuar el sorteo.
Si un segalari está cortando mal la hierba, se le da un primer aviso diciéndole que está cortando mal. Si continua cortando mal, se le sacará una tarjeta azul y si continúa cortando mal una tarjeta roja. Al sacarle la tarjeta roja se le descontarán 20 kilos.
-Para recoger y pesar la hierba, cada segalari lleva al terreno de la competición un equipo de seis personas. Estos llevarán: 3 rastrillos, la portería, la báscula y las redes.
-Los recogedores de hierba comienzan a efectuar su trabajo a los diez minutos del momento que empieza la prueba. Y su labor concluye a los diez minutos después de haber terminado la prueba o antes si se hubiese recogido toda la hierba y estuviesen hechos los fardos.
-La labor del pesaje de la hierba comienza a los diez minutos de haber comenzado la prueba. Y su labor acaba a los veinte minutos de haber terminado la prueba.
-El control del pesaje de la hierba se efectúa de la siguiente forma:
a) El Juez es el encargado de realizar el pesaje.
b) Acompaña al Juez como ojeador el miembro del otro equipo que le haya correspondido.
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Comments (1)
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!Buena lección del proceso, entrenamiento y competición de segalaris!
Años y años viendo las pruebas en las campas de Aristerrazu en el Bº Andatza de Aia desde el terreno propiedad de mi familia y sin haberme preocupado de los condicionamientos y reglas. Eso si, desde lo alto veía la plasticidad de los movimientos del cuerpo y cortes al aire de la guadaña. Campas geométricas cuasi perfectas y la gente ordenada en los perímetros. Luego, sus movimientos lineales para la observación de lo obtenido simulaban líneas quebradas. Al aire, sonando voces de locutores y música de la tierra.