SUBIDA A SIERRA CARBONERA

Que nadie se confunda, pese a que mi hijo de 8 años y mi perro me acompañaron, la ruta es dura físicamente y tiene un tramo de senda en subida técnicamente asequible pero hay que tener ojo con dónde ponemos el pie.

Se pasa por multitud de búnkeres, de los cuales sólo he señalado los más característicos.

Dejo el coche en el aparcamiento del centro comercial para, tras cruzar con mucho ojo una avenida, internarnos en apenas 100m en pistas.

Lo duro comienza al llegar al waypoint "Torre" en el que dejamos la pista para meternos en el sendero que nos llevará a las antenas, punto más alto de Sierra Carbonera.

Inicialmente el sendero tiene mucha pendiente y el firme no es para tirar cohetes, pero es asequible. De hecho muchos corredores suben por ahí a ritmo machacón.



Después se vuelve más horizontal y presenta algunos charcos por afloramiento de agua en una zona concreta. Pueden evitarse pisando a los lados.




Tras otro repunte de la pendiente llegamos al segundo bunker que está junto a un túnel cegado y que en esta ocasión estaba también anegado de agua. Su uso sigue siendo un misterio, pero parece internarse hacia el interior de la sierra.



Desde aquí tenemos las antenas a un tiro de piedra y, tras un último repecho, las coronamos en hora y veinte de pateo. El poniente fuerte nos obliga a descrestar rápidamente a la falda contraria de la sierra y comenzar la bajada, durante un kilómetro por pista hormigonada.

Nos metemos de nuevo en pista de tierra a la altura de un cuartel abandonado de artillería (ver la placa del monolito) y, tras un tramo rompepiernas y visitar un abrevadero y un bunker muy bien conservado al que puede descenderse, llegamos a la carretera que baja hacia La Línea.




Mi hijo tiene prisa así que trotamos un buen rato hasta desviarnos de nuevo por pista de tierra para deshacer parte del recorrido y llegar al aparcamiento.

Ruta no apta para días de calor o temporal de levante/poniente. No hay puntos de aguada ni apenas sombras en las que refugiarse. Las vistas son espectaculares, tanto a la bahía de Algeciras como hacia el peñón de Gibraltar y África.

¡Nos vemos en el campo!