Gran Canaria: Cueva de El Gigante y las Eras de Temisas

Pequeño paseo que une la visita del yacimiento de la Cueva de El Gigante, una de las muchas cuevas testimonio de la cultura guanche, con la visita de Las Eras, una gran zona de eras para trillar el trigo. Ambos destinos están situados en el risco sobre la población de Temisas, cerca del observatorio astronómico.

DESCRIPCIÓN:
Dejamos el coche en un aparcamiento al lado de la carretera GC 550, en el punto del desvío de la pista que conduce al Observatorio Astronómico de Temisas.

En el otro lado de la carretera sale el sendero SL-40 hacia Santa Lucía, por el que andamos 500 metros hasta llegar a Las Eras, unas eras situadas al borde del risco que cae sobre Temisas. Es una zona de planicie rocosa, circunvalada por muros de piedras, donde antiguamente se trillaba el trigo.

Luego volvemos al aparcamiento para dirigirnos por la pista del observatorio hacia la Cueva del Gigante. La entrada de la pista está vallada, pero hay un acceso peatonal que nace un poco más adelante al lado de la carretera y que enlaza enseguida con la pista. Tras 300 metros dejamos de seguir la pista y continuamos recto por un camino que nos conduce en 200 metros más hasta la entrada de la Cueva de El Gigante.

LA CUEVA DE EL GIGANTE:
Se trata de un grupo de tres cuevas artificiales, de grandes dimensiones y que dan cuenta de la capacidad de los canarios para la transformación del entorno en el que habitaron.
Entramos por un pequeño túnel con un primer habitáculo a la derecha. El túnel, iluminado por un ventanal al fondo, hace un giro a la izquierda para dejar paso a una especie de escalera de caracol labrada en la toba, por la que se desciende a la gran cámara principal. Una cavidad de grandes luces, abierta hacia el abismo exterior, que presenta dos salas comunicadas entre sí. Tiene otro acceso directo a través de una abertura en el techo. De esta manera, la entrada a la cueva se realizaba bajando por un agujero excavado en el suelo, lo que no suele ser frecuente. Su tamaño, la altura de los techos, así como la peculiar morfología, hace que se planteen algunas dudas sobre la funcionalidad que pudo tener este lugar, ya que, al menos en apariencia, no responde al esquema descrito en otros lugares para las cavidades artificiales de habitación. (Información extraída de la "Guía del Patrimonio Arqueológico de Gran Canaria").

Tras visitar la cueva volvemos por el mismo camino al aparcamiento.

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