Toledo monumental. Anthercas

Accedemos desde la Carretera de Piedrabuena al aparcamiento cercano al Puente de San Martín, de estilo múdejar construido de sillería en el siglo XIII, durante el reinado de Carlos II de España se reformó, ensanchándose sus accesos, un siglo más tarde se pavimentó.

Entramos en el casco histórico, vemos la polémica tirolina de pago sobre el río Tajo de 180 m, junto a una antigua furgo. Por la Cuesta de San Martín, en la cercana Puerta del Cambrón o «Puerta de los Judíos», de estilo renacentista construida en piedra y ladrillo, (el impuesto o tributo llamado portazgo se cobraba aquí -las puertas y murallas no solo eran para defenderse- debían pagar aquellos que entraban en la ciudad para realizar una actividad económica).

Paramos a comer en el Restaurante Museo de Productos de Castilla y La Mancha, muy bien por cierto.

Con el estómago lleno seguimos subiendo por el lateral del Palacio de la Cava (propiedad privada), conocido como Palacio de los duques de Maqueda, construido entre el siglo XVI y XVII, de los restos que se conservan destaca su portada de estilo mudéjar. Casi al frente el Monasterio de San Juan de los Reyes de la Orden Franciscana, construido bajo el patrocinio de la reina Isabel I de Castilla, de estilo gótico isabelino, constituye un monumento conmemorativo a los Reyes Católicos y su programa político.

Por la Calle de Los Reyes Católicos, vamos dejando atrás la Sinagoga de Santa María La Blanca (Museo), construida en el 1180 de estilo mudéjar, fue expropiada en la Revuelta antijudía de 1391 (conversiones forzadas de judíos, en las principales juderías de las ciudades de casi todos los reinos cristianos) y transformada en iglesia.

Nos asomamos en el Parque del Paseo del Tránsito a ver el rio Tajo, hay una dedicatoria al Greco y enfrente su museo. Faltándole el favor real, el Greco decidió permanecer en Toledo, donde había sido recibido en 1577 como un gran pintor.

Por la Bajada Descalzos, pero de subida, llegamos a la Parroquia de El Salvador en la Calle Úrsula, fue una mezquita, nombrada en el Lazarillo de Tormes, en ella fueron bautizados Juana I de Castilla («la Loca») y el dramaturgo Francisco de Rojas Zorrilla. Sufrió dos incendios y solo queda del original la capilla.

A la altura de una tienda de porcelanas, nos colamos difícilmente por la estrecha Calle Ciudad con un grupo de asiáticos en contra, por el ábside de Santa Úrsula salimos a la Plaza del Ayuntamiento y a la Catedral de Santa María (Primada), de arquitectura gótica, su construcción comenzó en 1226 bajo el reinado de Fernando III el Santo, la fachada principal tiene tres portadas, en el centro la Puerta del Perdón (hubo un tiempo en que se concedían indulgencias a los penitentes que entraban por ella), la Puerta del Juicio Final a la derecha y la Puerta del Infierno a la izquierda, dispone de otras puertas: Relojj, Leones, Llana, Santa Catalina y Presentación. Es sede de la Archidiócesis de Toledo.

Vamos por la Calle Hombre de Palo, vemos un edificio precioso en la Plaza Cuatro Calles, uno de los lugares más carismáticos de la historia de Toledo y de la cultura española, ¡¡ sale en El Quijote, en el Lazarillo y en los Episodios Nacionales !!.

Continuamos desde la Calle Chapinería a la de Sixto Ramón Parro, en la Posada de la Hermandad, gótico-mudéjar, sede y cárcel de la Santa Hermandad, organización de origen medieval de ganaderos, para proteger los caminos y los campos de bandidos y ladrones, hay una exposición de Catapultas y máquinas de asedio, llegamos al portal de la Iglesia de San Justo y Pastor, fundada tras la toma de la ciudad por el rey Alfonso VI de León y Castilla, sufriendo distintas transformaciones entre los siglos XIV y XVIII.

Por la Cuesta Pez nos acercamos al Alcázar de Toledo, fortificación sobre rocas, de gran valor estratégico militar, desde el siglo III fue un palacio romano, en el año 568 el rey visigodo Leovigildo estableció en él su capitalidad, fue restaurado y ampliado durante el mandato de Alfonso VI y sus sucesores, Alfonso X el Sabio aúna las tres culturas (judía, árabe y cristiana) con la Escuela de Traductores de Toledo, los Reyes Católicos acondicionaron la fachada oeste, modificado en 1535 bajo el mandato de Carlos I, durante la Guerra de Sucesión sufrió su primer incendio por las fuerzas austriacas en 1710, durante la Guerra de la Independencia el segundo incendio, quedando en pie solamente la estructura principal del edificio, en 1887 el tercer incendio lo destruye casi por completo.
En 1867 la reina Isabel II lo mandó reedificar, pero en la Guerra Civil de 1936-39, fue utilizado por el coronel José Moscardó como punto defensivo de la Guardia Civil, resultó casi totalmente destruido por las tropas de la II República y los milicianos, durante el asedio que duró 70 días. Actualmente funcionan distintos departamentos y museos en su sede.

Proseguimos por la sugerente Calle Horno de los Bizcochos y la Plaza de la Magdalena, entramos en la Plaza de Zocodover ("mercado de bestias de carga") punto neurálgico de la vida social de la localidad desde tiempos medievales, se corrían los toros y se organizaban las cucañas en las fiestas de la localidad.

Tomamos las calles Nueva y Cadenas, de la Calle Alfileritos pasamos a la del Cristo de la Luz y su Mezquita de Bab al-Mardum, edificio milenario de estilo mudéjar.

Giramos por la Cuesta de las Carmelitas Descalzas, llegamos a la Plaza e Iglesia de San Vicente (alberga el Círculo de Arte de Toledo) y el Palacio Lorenzana, el cardenal Lorenzana compró las casas de la Inquisición y encomendó la obra al arquitecto catedralicio Ignacio Haan muy a finales del siglo XVIII. Su portada de cinco vanos, con monumentales columnas jónicas, decoración escultórica y un gigantesco escudo del fundador, flanqueado por dos ángeles tocando el clarín de la fama (obra de Salvatierra), constituyen un magnífico ejemplo de arquitectura neoclásica.

Desde la Calle Alfonso X El Sabio, accedemos en la Plaza Padre Juan de Mariana a la Iglesia de San Ildefonso, de estilo barroco, conocida como la iglesia de los jesuitas. Seguimos por la Calle Román y vemos la Iglesia de San Román, de estilo mudéjar (siglo XIII), sede del Museo de los Concilios y de la Cultura Visigoda. A su lado, el monumento a Garcilaso de La Vega, poeta y militar español del Siglo de Oro.

Por las Calles Estaban Illán y Tendillas, entramos en la Plaza Capuchinas con su convento, continuando por la estrechita Calle Merced buscamos la Parroquia de Santa Leocadia (la parte mejor conservada de la construcción mudéjar es su torre) y el Monasterio de Santo Domingo El Antiguo, data del siglo VI y fue reconstruido en el siglo XI, tras la conquista de la ciudad por el rey Alfonso VI de León.

Seguimos por la Calle Garcilaso de La Vega, una inscripción nos recuerda que nació aquí, por la Calle Santa Eulalia llegamos a la Plaza Y Travesía Cruz, desde el mirador de la Plaza Virgen de Gracia, vemos el cimborrio y agujas de la iglesia del Monasterio de San Juan de los Reyes, por su Travesía, bajaremos desde la Cuesta Calandrajas de vuelta al Puente de San Martín y la salida.

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