Tosos - Embalse de las Torcas (Circular)

Por la tarde nos vamos hasta Tosos, para llegar vamos por la autovía mudejar hasta la población de Cariñena, y desde allí justo al lado de la gasolinera de Cepsa, cogemos la carretera hacia Belchite, pasados diez kilómetros cogemos un desvío hacia Tosos, y una vez en Tosos dejamos el coche.

El inicio de la ruta lo realizamos junto a la Iglesia de Santa María, desde allí enlazamos con el PR-142, que es el que debemos seguir en toda la ruta. Los primeros kilómetros caminamos por pista asfaltada entre almendros y olivos, hasta llegar a las estribaciones del Castillo de la Casaza que data del S.XIV.

Como vamos justos de tiempo, tan solo lo vemos por fuera, unos metros más adelante el asfalto da paso a la tierra, y vamos subiendo continuamente por ella, entre un bonito pinar.

Alcanzado el punto más alto de la ruta, comenzamos a descender, enseguida vemos a lo lejos el embalse de las Torcas, cuando estamos cerca de él, llegamos a un desvío que indica el Santo de Aladrén, que dejamos a nuestra derecha y seguimos por la pista principal hasta un nuevo desvío señalizado como pr, que es el camino que utilizaremos para volver.

Como el embalse está cerca, caminamos unos metros más, pasamos por debajo de un túnel, y llegamos al embalse de las Torcas, que tiene bastante agua. En este punto aprovechamos para merendar mientras vemos los peces en la presa, e incluso alguna tortuga.

Finalizada la merienda, retrocedemos hasta el desvío, y comenzamos el regreso a Tosos por piedratajada. Los primeros metros son en descenso, con vistas a la presa, unos metros más adelante enlazamos con un camino asfaltado, que nos deja junto a un puente, por el que pasamos el cauce del río Huerva.

A partir de este punto, la pista desaparece, y comenzamos a caminar por un sendero estrecho que nos lleva pararelo al cauce del río Huerva, entre una frondosa vegetación ribereña.

El sendero es muy bonito, e incluso nos encontramos hasta un cangrejo americano, que nos enseña desafiante sus pinzas, en un recodo del río llegamos a un paso de rocas, que se encuentra equipado con sirga, y que le da un toque de emoción, aunque no tiene mayores dificultades, que algún que otro resbalón del peque.

Nada más pasar el paso equipado, nos detenemos para ver un gran fósil, como la noche se nos echa encima, continuamos por el sendero, hasta la altura de una chopera, donde enlazamos con una pista cubierta de hojas, para salir fuera de la ribera del río.

Tras realizar una corta subida, el camino se va ampliando, hasta convertirse en una cómoda pista de tierra, cerca de Tosos llegamos a una gran pared de roca, divida en dos, conocida como piedratajada, o también Peña Tejada.

Superado este interesante lugar, seguimos por la pista, entre campos de cultivo, hasta las estribaciones de Tosos, donde callejamos por sus calles, hasta llegar de nuevo a la Iglesia de Santa María, para finalizar el circulo y la ruta, que bien merece la pena.