Tossa de Mar

Tossa de Mar es una pequeña población al sur de la Costa Brava, en Cataluña.

Hoy en día, a pesar tanto turismo y tanta masificación, Tossa ha sabido conservarse bastante y una muestra de ello es su castillo:

La fortificación se construyó entre el siglo XII i XIV, siendo una medida contra la piratería que acechaba la zona de la costa.

Hoy en día pasear por la zona del castillo (casco antiguo de la ciudad: Vila Vella) nos transporta hacia tiempos pasados, ya que no existen demasiados ejemplos de poblaciones fortificadas que aun estén en uso.

Tossa sigue vivo (sigue viviendo gente dentro del recinto) y podemos notar el aire de tranquilidad y buen vivir que se respira entre esas murallas. También podemos degustar los platos típicos de la cocina catalana en algunos de los restaurantes que podemos encontrarnos allí mismo.

En el año 1931 se declaró Monumento Histórico Artístico Nacional.

Lo normal es que la gente visite Tossa de Mar en pleno verano, ya que al ser Costa Brava aprovechas para tomar el sol y descansar de la rutina laboral… pero pensad también en el invierno como una buena opción para visitar el castillo, y más en navidades: se monta un pesebre viviente la mar de bonito!

Hay algunas leyendas en Tossa. Una de ellas tiene como protagonista una gran roca cercana a la playa pero en medio del mar: dicen que se trata de un barco caído, tumbado del revés. Un pirata se enamoró de la dama cristiana del castillo y decidió que nunca más de movería de allí. El barco se convirtió en roca y desde entonces el pirata sale por la noche a ver si encuentra a su amada …

Sea como sea, la roca sigue allí.
Nuestro recorrido fue nocturno.