ZAMORA NO SE HIZO EN UNA HORA
near San Frontis, Castilla y León (España)
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Itinerary description
Zamora no se hizo en una hora
Siempre que queremos recomendar paciencia a quien se impacienta o dejado llevar por prisas, requiere de poco tiempo para hacer algo, solemos usar la frase que reza en esta entrada a Zamora:
Situada junto al margen del Duero, es la gran desconocida. Que Zamora no se conquistó (o se ganó) en una hora, es algo que todos sabemos. Pero también es verdad que, a pesar de ser una ciudad pequeña, hay tantas cosas para ver que es imposible hacerlo en ese escaso intervalo de tiempo.
Zamora bien merece la pena ser visitada y pasear entre sus calles.
Y es que pasear por sus calles nos lleva a otras épocas, concretamente al románico, con 14 templos en el casco histórico y hasta 23 en todo el término municipal.
La lista es interminable. San Pedro y San Ildefonso, Santa María Magdalena, Santa María de la Horta, San Claudio de Olivares, San Esteban, Santo Sepulcro, San Juan de Puerta Nueva, Santiago el Viejo o de los Caballeros, Santa Lucía, San Antolín, San Isidoro, Santo Tomé, San Vicente, Espíritu Santo, San Cipriano, etc. Cada uno de ellos con unas características que les hacen únicos.
Las aceñas de Zamora
Una aceña es un ingenio hidráulico situado en el mismo cauce del río. Como cualquier otro molino de agua, permite triturar el grano del cereal y transformarlo en la harina con la que más tarde se elaborará el pan. Las aceñas se sirven de la fuerza que imprime la corriente de los grandes ríos, capaz de mover unas ruedas de palas de grandes dimensiones que se colocan en posición vertical
Junto a cada grupo de aceñas encontramos su correspondiente azud, pequeña represa que cruza de forma oblicua el cauce del río, dirigiendo la corriente hacia las aceñas y asegurándoles un caudal constante.
En Zamora las aceñas funcionaron durante más de mil años y constituyeron en su conjunto uno de los núcleos de actividad industrial y económica más importantes de la ciudad.
Siempre que queremos recomendar paciencia a quien se impacienta o dejado llevar por prisas, requiere de poco tiempo para hacer algo, solemos usar la frase que reza en esta entrada a Zamora:
Situada junto al margen del Duero, es la gran desconocida. Que Zamora no se conquistó (o se ganó) en una hora, es algo que todos sabemos. Pero también es verdad que, a pesar de ser una ciudad pequeña, hay tantas cosas para ver que es imposible hacerlo en ese escaso intervalo de tiempo.
Zamora bien merece la pena ser visitada y pasear entre sus calles.
Y es que pasear por sus calles nos lleva a otras épocas, concretamente al románico, con 14 templos en el casco histórico y hasta 23 en todo el término municipal.
La lista es interminable. San Pedro y San Ildefonso, Santa María Magdalena, Santa María de la Horta, San Claudio de Olivares, San Esteban, Santo Sepulcro, San Juan de Puerta Nueva, Santiago el Viejo o de los Caballeros, Santa Lucía, San Antolín, San Isidoro, Santo Tomé, San Vicente, Espíritu Santo, San Cipriano, etc. Cada uno de ellos con unas características que les hacen únicos.
Las aceñas de Zamora
Una aceña es un ingenio hidráulico situado en el mismo cauce del río. Como cualquier otro molino de agua, permite triturar el grano del cereal y transformarlo en la harina con la que más tarde se elaborará el pan. Las aceñas se sirven de la fuerza que imprime la corriente de los grandes ríos, capaz de mover unas ruedas de palas de grandes dimensiones que se colocan en posición vertical
Junto a cada grupo de aceñas encontramos su correspondiente azud, pequeña represa que cruza de forma oblicua el cauce del río, dirigiendo la corriente hacia las aceñas y asegurándoles un caudal constante.
En Zamora las aceñas funcionaron durante más de mil años y constituyeron en su conjunto uno de los núcleos de actividad industrial y económica más importantes de la ciudad.
Waypoints
Bridge
0 ft
PUENTE DE PIEDRA
PUENTE DE PIEDRA
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